Lo primero que llama nuestra atención, y lo hace de forma significativa, es que por todos los agentes sociales se hable de una ampliación de jornada de dos horas y media, cuando la previsión de la Disposición Adicional Cuadragésima de La Ley 12/2011, de 29 de diciembre, de Presupuestos Generales de la Comunidad Autónoma de Canarias para 2012, es La jornada ordinaria de trabajo de todo el personal, cualquiera que sea la naturaleza de su relación de empleo, que se halle adscrito a las instituciones sanitarias integradas en el Servicio Canario de Salud, será de 37 horas y 20 minutos semanales de trabajo efectivo de promedio en cómputo anual,….
Entonces ¿ Estamos bien informados?
Ahora bien, esa falta de concreción de la disposición anterior, ¿permite amparar todo tipo de decisiones unilaterales y arbitrarias de los responsables de los centros? Es más, ¿puede la Gerencia impedir a los trabajadores cumplir la nueva jornada laboral de forma digna?
Éstas son las preguntas que se están haciendo muchos profesionales sanitarios de Canarias y que han venido a plantearnos a nuestro despacho. En realidad, lo que se busca por los profesionales es conocer, una vez determinado que tienen que cumplir 2,20 horas más de jornada a la semana, cómo aprovechar este incremento de jornada de forma efectiva, respetando los derechos básicos de todos los trabajadores.
En principio, la desorganización es absoluta en palabras del portavoz de CCOO (Guillermo de Loño), que habla de "aplicación chapucera de la norma", y que añade "no ha habido negociación colectiva y eso hace ilegal esta modificación, pero hasta que un juez lo diga, los trabajadores deben hacer lo que les dicen sus jefes y de ahí viene este caos que hay ahora mismo en los servicios" fuente: ccoosalud.com
La dirección de los centros viene dando las instrucciones de cumplimiento de la ampliación de la jornada laboral de forma verbal y desigual no solo para cada ámbito laboral, sino inclusive de forma diversa dentro de una misma ZBS, hospital, etc.
Todo lo anterior es patente y manifiesto, reconociéndolo los propios representantes sindicales que denuncian, junto a la anarquía instaurada en perjuicio de los trabajadores, la existencia de prácticas irregulares, tal y como manifiesta el portavoz del sindicato de enfermería Satse, Manuel Hernández, cuando dice: "no sólo no se les da a los trabajadores nada por escrito, sino que, además, cuando muestran su descontento porque se les modifica su horario de hoy para hoy mismo, se les amenaza con abrirles un expediente sancionador”
Jesús Quintero de UGT dice "el fallo está en que no se han dado instrucciones precisas y nadie sabe muy bien lo que debe hacer, por lo que cada uno hace lo que mejor le parece" fuente: ccoosalud.com
¿También se quiere discriminar de esta forma a los trabajadores del servicio canario de salud?
Este puede ser el origen del problema: “cada uno hace lo que mejor le parece”, y éste es el medio por el que se están vulnerando derechos de los trabajadores que es preciso identificar y denunciar.
Consideramos que es necesario conocer cada situación concreta para poder determinar si se está actuando conforme a la ley o no, y ello en la línea de lo manifestado por el portavoz del sindicato Cesm (Levy Cabrera) "para el resto de funcionarios se acordó que deberían entrar 15 minutos antes a su trabajo y salir 15 minutos más tarde y eso es lo que se debería acordar también para el personal sanitario, puesto que sería la única manera de que no haya ni agravios ni problemas” fuente: ccoosalud.com,
Parece evidente . De ser así, en el mejor de los supuestos, se estaría causando un agravio comparativo al personal del SCS.
Resulta discutible la legalidad de estos supuestos y la de otros muchos.
Pero incluso, hay personal que tiene que soportar unas circunstancias aún más precarias: los eventuales se encuentran totalmente desfavorecidos. Se les contrata por días y se les requiere, a posteriori, para que realicen más horas, cuando su contrato ya no está en vigor. No satisfechos con ello, además, se les apercibe de las consecuencias nefastas que tendrá una negativa ante la Administración.
Los profesionales terminan frustrados y asustados ante una perspectiva tan poco halagüeña.
A la vista de lo expuesto, Sirvent y Granados Abogados está haciendo un seguimiento jurídico de la cuestión. Hemos estudiado la legislación aplicable y cuáles son las principales preocupaciones de los afectados: el personal del SCS y sus familias.
Nos consta que son muchas las dudas, incertidumbres y cuestiones suscitadas. Todas estas dudas confluyen en la necesidad de seguridad jurídica. Al día de la fecha, los profesionales del sector desconocen, de forma oficial, cómo se tiene que llevar a cabo esa ampliación de la jornada. La gravedad de esta situación aumenta desde el momento en que muchos profesionales están realizando la ampliación de la jornada en función de "sugerencias" verbales emitidas por las direcciones de los centros. Para agravar más el problema, los criterios no son unánimes en todos los centros, la descoordinación es patente y manifiesta, las respuestas dadas por lo centros, además, nunca son por escrito y ,por lo tanto, carecen de fundamentación jurídica.¿Es esto importante?. Creemos que es fundamental poder conocer , como trabajadores, nuestros derechos y obligaciones.
Lo expuesto, nos ha llevado a mantener una primera reunión con facultativos afectados, personas comprometidas con su trabajo, que están dispuestas a luchar para que se establezcan, formalmente, criterios homogéneos que permitan superar la situación de inseguridad jurídica actual y que además, sean respetuosos con la jornada legal de trabajo, los períodos de descanso, la retribución del trabajo realizado, y la conciliación de la vida familiar y laboral.
En Sirvent y Granados Abogados estamos comenzando, con la que entendemos que debe ser nuestra primera línea de trabajo: la solicitud, de forma oficial, de los criterios que permitan a los trabajadores saber cómo deben cumplir su horario, cuál será su distribución a lo largo de la semana, la antelación con la que se debe comunicar al trabajador, sus turnos y horarios, la retribución de las horas de trabajo efectivo, etc.
Entendemos que habrá que estudiar cada supuesto atendiendo a las peculiaridades concurrentes, pero que en todo caso, el punto de partida deben ser unos criterios claros de aplicación de los horarios, que permitan su impugnación ante la jurisdicción competente, si los afectados lo estiman oportuno.
Consideramos, además, que dichos criterios no podrán vulnerar, en ningún caso, los derechos de cada trabajador.
Todo lo anterior, nos lleva a concluir que debemos ser totalmente conscientes de la importancia de obtener por escrito estos criterios que se quieren imponer. Sin ellos se pueden vulnerar los derechos de los trabajadores de forma impune.
En definitiva, desde nuestra firma, adquirimos el compromiso de seguir informando de los avances conseguidos en la materia.
Y para que conste a los efectos legales oportunos.
